dimecres, d’abril 16

Algunos hombres buenos también cumplen años


Ayer fue el cumpleaños de mi compañero y amigo el magnánimo Andrés Querol. Un sujeto nada corriente que irrumpió en mi vida allá por el año 1999, justo antes del cambio de siglo y del colapso informático que nunca se produjo aunque diferentes agoreros se empeñaran en asustarnos. Agoreros que sean del tipo que sean suelen gozar de la crítica más ácida que pueda hacer mi amigo y compañero Andrés.

El Sr. Querol tiene entre sus características una mirada incisiva a la par que huidiza (depende del tema de conversación), una nariz con carácter y hasta hace poco una maraña de pelos digna de Juan Tamariz con la que conseguía desviar cualquier mirada hacia el cenit de su cocotera. Pero se cortó la melena, una decisión que tuvo que ser, seguramente, fruto del tránsito hacia la madurez que conlleva en nuestro género el suicidio en masa de la capa de pelo que nos recubre el cráneo, algunos retardan ese suicidio (él), y otros no lo consiguen (yo). Aunque es su caso también sea debido al calentamiento global de su sesera, rica en pensamiento, reflexión y ciertamente visionaria.

El Sr. Querol es el coordinador nacional de Acció Jove – Joves de CCOO, se llama Andrés, aquí y en la China Popular, no por caer mejor customizó su nombre a la lengua catalana. Porque de echo Andrés, por caer mejor no hace nada. Nada de nada. Habla claro, a veces hasta un punto incisivo y doliente, fruto de su convicción y convicciones, palabras que aunque tienen la misma raíz, no siempre se acompañen, lastimosamente, ya que en la sociedad que ya empezamos a ocupar como personas adultas Querol y yo, hay mucha gente con convicción y poca con convicciones. Habría que recordar que para poder ejercer la convicción es muy importante tener convicciones, más allá de un ego que no quepa en la isla de Madagascar. Y con éstos y éstas, con los que sólo tienen convicción, mi amigo Andrés tiende a polemizar, y claro, como ellos no suelen tener convicciones o bien son muy chiquititas o simples, suelen perder los argumentos rápidamente. Y se enfadan. Se enfadan mucho con el Sr. Querol. Dicen que se lo gana. Desde luego, Andrés no es de los que se llaman candidatos de consenso, ésos sopla gaitas que no son ni chicha ni limoná, y que les gusta pasar por el mundo con sus conflictos y gestiones sin perder una pluma, llevándose bien con todo el mundo y sonriendo al tuntún. No, Andrés es un líder nato. No le hace falta que le reconozcan nada, él, lo hace y punto. Y si te gusta bien y sino santas pascuas. Perdonarán que yo admire éste hacer, creo que los proyectos necesitan de gente con convicciones y convicción para avanzar. Las organizaciones necesitan líderes y no hombres de paja puestos por todas las facciones cuando el interés real de cada una de ellas sea asegurarse la posibilidad de controlar una dirección. Cuando diferentes formas de ver una misma organización o proyecto chocan no hay que buscar una salida honorífica del aquí ganamos todos. Simplemente hay que asegurarse de que una facción gana, y que actúe con altura de miras incorporando a gentes e ideas de las otras facciones. Sólo así se avanza. Sinó ni chicha ni limoná.

Esto es lo que me ha demostrado en los últimos cuatro años, que por su culpa, he tenido el placer de compartir un equipo de dirección con el homenajeado hoy aquí. A él y a la gente con convicciones: Felicidades.


Y a él, a Andrés, en un año de cambios vitales importantes. ¡Bon Voyage!


PD y si no me creen ahí a la derecha tienen el vínculo a "Les Cosetes del Querol"...